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Literatura

INTRODUCCIÓN
 Además de al arte visual, Alberto Espinal también ha tenido ciertos acercamientos al arte literario, entre su obra literaria destaca El libro blanco, una novela corta escrito en prosa poética de compleja estructura y significado. El libro blanco narra las aventuras de un extraño personaje por diversos mundos de corte surrealista en los cuales se ecuentra con diversos personajes. El libro blanco es una obra con ligeros tintes autobiográficos que trata por encima de todo el amor, el desamor y la existencia o no de eso que conocemos como almas gemelas.

Debido a la extensión de El libro blanco no es posible publicarlo en ésta web, no obstante sí se está intentando publicar de manera mas o menos periódica obras de pequeño formato.

Dentro de esta línea se ha publicado el día 8 de septiembre de 2009 la pequeña obra de teatro Deseos, que se puede encotrar en la página de ésta web "Deseos: obra de teatro".



DESEOS: OBRA DE TEATRO

Casa en ruinas deshabitada durante largo tiempo, en escena MUJER con traje de novia nuevo. Entra HOMBRE, vestido de smoking, lleva un ramo de flores en la mano.

HOMBRE: Lo siento, siento haberte conocido, lo se, habrías vivido mejor sin mí, mas feliz.

El hombre suelta el ramo, que cae al suelo, junto a la mujer. Ella permanece inmóvil, con la cabeza gacha.

HOMBRE: Pero ¿qué hice mal?

La novia levanta el rostro, tiene grandes ojeras, el rostro pálido y los ojos rojos, parece haber estado llorando. Vuelve a esconder la cabeza entre los hombros.

HOMBRE: ¡Venga ya! Te quejas por nada, lo tenías todo, ME TENÍAS A MÍ.

HOMBRE: ¿En qué te he fallado? ¡Venga, dímelo!

Se observa en una habitación contigua a dos personas haciendo el amor, son figuras artificiosas, no tienen aspecto humano, son como sombras con caretas. Una de las dos figuras disfruta, la otra no.

HOMBRE: Eso no es cierto, nunca te quejaste, es sólo una ilusión.

La mujer habla con voz apagada, casi sin mover los labios, su mirada sigue dirigida hacia el suelo, perdida en ninguna parte.

MUJER: ¿Alguna vez me preguntaste?

HOMBRE: Siempre estaba pensando en ti ¡Por favor! ¡Eras mi vida!

La mujer se levanta con la mirada fija en el suelo. Hay movimiento en la escena, se puede ver una mesa, el hombre está sentado en una silla. Ella le trae varios platos con comida, una copa de vino… Mientras tanto HOMBRE y MUJER observan la escena.

HOMBRE DE LA SILLA: Vaya, qué pena, la carne te ha quedado un poco sosa… cariño, tráeme la sal.

MUJER DE LOS PLATOS: Si querido, ahora mismo te la traigo.

HOMBRE DE LA SILLA: Esta noche te tengo preparado algo muy especial, ¿estás lista?

MUJER DE LOS PLATOS y MUJER: Si… entusiasmada.

Movimiento, quedan solos HOMBRE y MUJER.

HOMBRE: ¡Ese no era yo! –Se toca la cara dándose golpes- ¡Ese no era yo! ¡esto es sólo un mal sueño!... Me duele la cabeza. Yo nunca te he tratado mal, nunca te he despreciado así.

Movimiento, ellos en la cama, el HOMBRE disfruta, sudor. Ella permanece quieta, con la cabeza hacia un lado y la mirada perdida.

HOMBRE: ¡Eso es mentira! ¡Mentira! ¡Mentira! Siempre me preocupé por ti, esto no son mas que las visiones de un mal sueño.

Movimiento, puerta de la casa, entran ellos, noche de bodas, se besan, son felices.

Movimiento, la misma puerta, llaman, ella, muy alegre, abre la puerta, un hombre desconocido la abraza entre sus brazos y la besa, van hacia la habitación, comienzan a desnudarse.

Movimiento, ahora están en la cama, están desnudos y ambos disfrutan. Se escucha un ruido de llaves, la puerta se abre, entra HOMBRE. Los amantes quedan uno al lado del otro, totalmente quietos. El amante coge una sábana para taparse en intenta huir, pero el marido lo empuja, tirándolo al suelo. Saca una pisytola, apunta contra el amante y vacía todo el cargador. A continuación se lanza sobre su esposa, tapándole la cara con una almohada, la asfixia.

HOMBRE: ¡Mentira! ¡Mentira!

La mujer le mira fijamente desde el suelo.

HOMBRE: ¿Por qué tuviste que hacerlo? ¡Éramos perfectos, estábamos hecho EL UNO PARA EL OTRO, nos amábamos! Éramos dos almas gemelas…

La mujer se abalanza contra el hombre con los ojos desorbitados y grita.

MUJER: ¡No me satisfacías!

El hombre la empuja violentamente contra el suelo mientras grita.

HOMBRE: ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Mentira!...

Mientras sigue gritando -¡MENTIRA!- se palpa hasta encontrar la pistola en el bolsillo de la chaqueta, la saca y comienza a disparar contra la mujer. Sigue gritando de manera acompasada con los disparos.  






EL LIBRO BLANCO: PRIMER CAPÍTULO

Aquí está el primer capítulo completo de el libro blanco, publicado íntegro por primera vez. La publicación de éste primer capítulo no supone que vaya a publicar todo "el libro blanco" en ésta web. Pero cada capítulo tiene una unidad indivisible que no necesita de los demás capítulos para tener un significado íntegro. Bueno, nada más, solo espero que disfrutéis con la lectura, ¡Ah!, dejad vuestras opiniones , ¡gracias!

I
 
    Y cuando pensamos que nada mas podía suceder, un rayo de luz atravesó su mano.

 Ya solo recuerdo aquel triste final, con el extraño rayo de Sol atravesando su pálida mano, aquella mano que tantas veces había olido, olía a semen y a trozos de vida; aquel olor era mi olor, el olor de diez minutos de leve placer, me lo había robado con dulces palabras y leves ignorancias.

 Recuerdo su pelo, las suaves ondulaciones negras como el espacio profundo, era extraño, hecho de hebras de estrellas; un poco de luz de Orión atrapado en la fuente de la vida perfecta. Sus padres la diseñaron con toques de belleza femenina. Siempre había gustado incluso a los hombres. No porque fuera bello, o bella, sino simplemente por su capacidad de inundarte con una sola visión de sus ojos, únicos e intrigantes.

 -Sí, realmente era una persona maravillosa ¡qué digo maravillosa! Hacia unos polvos mágicos, cuando me besaba era como besar al dios Apolo o a Afrodita, recuerdo que ya nada fue igual para mí; mi boca me sabía a ella, el agua me sabía a ella. Recuerdo que en una ocasión, cuando nos besamos por primera vez, durante un instante solo, abrí los ojos de puro placer y entonces descubrí el Edén, él me decía que sus padres habían decidido encerrarlo en sus ojos. Recuerdo que sus iris eran hermosas montañas verdes de vegetación exuberante… pero con el tiempo sus iris se resecaron, volviéndose  terrosos como las montañas marcianas, sin embargo permaneció en ellos una belleza extraterrestre.

 Que parecido fue, una vez la besé  y fue como beber de un vaso de utopía, de imaginaciones irreales. No era posible que aquello fuese real, parecía tan solo una imaginación deliciosa… y así fue, simplemente fueron unos instantes, pero fueron los instantes más maravillosos que mi vida puede recordar. Aquello me dejó fuera de mi mismo, inmerso en una atmósfera de amor y de alcohol. Pero en realidad aquello no fue un beso, sino tan solo un juego inocente, como toda mi triste vida. Verdad solo en relatos y sueños.







     Empiezo a recordar. Si, fue aquel libro. Recuerdo que estaba leyendo una frase maravillosa de un escritor cuyo nombre no recuerdo, o que tal vez ni tan siquiera existió.

 “No hay mayor imperfección que el hecho de que ella no me ame”

 Entonces caí en la cuenta de que estaba al pie de la frase, aquella situación me incomodó un poco, pero aún así me aguanté en silencio y continué. Bajé por una escalera de confusos diálogos hasta una litografía y entré por la puerta.

 Era una habitación oscura, sin puertas ni ventanas, no entendía por dónde había entrado, pero allí estaba yo, y también ellos, despedían un brillo humano provocado por la pasión, única fuente de luz de la lóbrega habitación. Eran sus padres. Lo supe desde el primer momento, aunque nadie diría que eran ellos, él se parecía demasiado a mí, aunque con mucha menos soltura al hablar. Ella era demasiado hermosa para que los hombres normales llegaran a entender su belleza, aunque si aquel hombre se encontraba en aquella en esa postura tan comprometida, llego a entender que él si que consiguió descubrirla.

 -La imperfección es una gran cualidad que escasea en nuestros días.

  Dicen los que ignoraban que era imposible que no fueran almas gemelas, que aunque se parecían un poco, no podían descubrir la perfección necesaria.

 -La perfección es un verdadero aburrimiento digno de ser evitado por las señoritas inteligentes.

  Descubrí que aquello era el origen del ser al que yo amaría. Yo también descubrí otra forma de crearlo, aunque esta fuera mucho menos excitante.


“Para una expresión de buen gusto es necesario ver reflejadas las estrellas en una fuente convenientemente colocada a cielo  abierto”.

 Tras leer aquello, se lo enseñé a aquellas personas tan simpáticas que me ponían de tan buen humor, A primera vista parecieron entenderlo, consiguieron atrapar una idea extraña y unas palabras enigmáticas, extrayendo de ellas la realidad necesaria sin redundar en la extravagancia.

 -Una buena sesión de imaginación inunda la realidad de verdades interesantes, Empecemos.

 -… et oreiuq

 -Misterios encierra la vida que son sencillos de resolver.

¿Y tú?

 -También te quiero.

 Y la fuente surgió de entre las olas.
 Supieron lo que hacer porque siguieron mis indicaciones, yo ejercía como sacerdote. Con unos palillos chinos, no hay nada como los palillos chinos para estos casos, cogieron la puntita de la estrella atrapada en el agua, ésta se estiró como motzarella fundida, creándose un finísimo hilo de plata.

 Tejer no es nada fácil, requiere esfuerzo y no se consigue de manera individual, así tan solo salen onanismos.

 A partir de ahí todo fue a la perfección, me sentí tremendamente feliz cuando conseguí ayudar en la creación de algo tan bello.

 -Un parto perfecto señora Desconocida –Bueno, eso no fue exactamente lo que el doctor dijo, pero todos tenemos licencias en el bolsillo del pantalón-.

 Yo fui el padre, nadie lo supo y en ninguna crónica se ha contado. Quisimos vender la exclusiva, pero se nos adelantó la señorita Conocida, se creerá más importante.

 En realidad yo no fui el padre, lo fuimos los tres.

 Lo cogí en brazos, era considerablemente inconsistente, normal si tenemos en cuenta que las estrellas quedan lejos. Sería mucho más cómodo ir a las estrellas, pero el pasaporte ínter espacial lo perdí en uno de mis delirios.

 -Nunca te di un pasaporte.

-Bueno, yo también tengo derecho a inventarme mi papel ¿no?

 Aquel escritor viejo, cuando fuera viejo; y mal oliente, le olían las manos; perdió la conciencia en una noche de junio, deseaba ver a su amada y no se le ocurrió otra forma de encontrarla que morir de insomnio escribiendo un cuento demasiado extraño para los demasiado adultos y peligroso para los niños menores de dieciocho años.

 -Bueno, deja de destriparlo todo ¿no? Y todo por enamorarme de la mujer más maravillosamente imperfecta del mundo.

 -Si, se podría decir así ¿tienes cosas interesantes que contar?

 -Una de las maneras más bellas que tengo de hacerte el amor es dibujarte. No a ti, sino a ella ¿te parece eso interesante?

 -No es una de las maneras, es la única manera que tienes, en tus actuales circunstancias, de hacerle el amor. A veces creo que vivo con el joven que se pasó cinco años esperando a su amada… no son más que pamplinas.

 -O escribir cuando te encuentras solo y no tienes otra forma de salir adelante. ¿No?

-Bueno, alguien pensó que la realidad estaba confundida y en realidad no estaba equivocado. Yo soy libre si pienso por mí mismo con independencia tuya ¿Sabes que está prohibido prohibir es una prohibición?

 -Si, y si no se prohíbe prohibir, la gente podrá prohibir libremente, pero tienes razón, si conseguimos prohibir prohibir, estamos prohibiendo, un error de base.

 -Si… claro.

 -Me he perdido (le toca decir ahora al lector ingenuo o al ingenuo, lector)














 -Yo también. Y eso es culpa tuya…
































 -En realidad la realidad  está confundida, pienso yo, pero ¿cómo podemos saber si la realidad está confundida si nos basamos en la propia realidad para decir que está confundida?















O que es real. La realidad.

 -¿Es esto realidad o está equivocada?












 -¿Esto tiene algún sentido?



























 -¿Es que algo tiene algún sentido? Vivimos para sufrir y no habría nada más cómodo que morir, sin embargo nos empeñamos en existir, queremos seguir viviendo y para colmo, no queremos que nuestros seres queridos descansen, nos empeñamos en que sigan con nosotros sean cuales sean sus deseos, para así, acompañarnos en nuestra soledad. Y si por fin consiguen descansar en paz, lloramos. Realmente nos dan igual… somos unos egoístas, no son ellos, es nuestro dolor.

 -Insisto ¿Esto tiene algún sentido? Tú eres el escritor,  yo tan solo un personaje.

 -No sé, si te refieres a este relato, no, no tiene ningún sentido, son las 3 y 34 de la madrugada, no me he acostado todavía y mañana tengo un examen. Pero si te refieres a lo que acabo de decir sobre la vida, te diré que tampoco tiene mucho sentido, no tiene sentido que nos empeñemos en sufrir, pero yo deseo sufrir.

 -¿Y por qué?

 -No deseo ser Casagemas, esa es la opción fácil. Realmente por fin entiendo lo de plantar un niño, tener un libro y escribir un árbol. (¿Era así no?) Yo jamás he tenido un hijo, pero a veces, de madrugada, me instalo ante el ordenador e imagino que tengo uno, así consigo plantarlo, para que crezca y así desarrollar su vida  sin que ni tan siquiera tenga que lanzar el primer llanto a este mundo ya tan sobrecargado de dolor.
 Lo de tener un libro es harto mas complicado que lo de plantar un hijo, cualquiera puede jugar a ser el doctor Frankestein, pero no todos podemos creer en mas de cincuenta páginas, no todos podemos crear un monstruo inteligente.

 Pero sin duda, lo más difícil es unir ambas características. Escribir un árbol es realmente difícil, sobre todo si lo intentas sobre las copas más altas, las más lejanas a la realidad.
 -Oye ¿Por qué no continúas con el relato?

¿No habrás perdido la inspiración, no?

 -No, eres tú el que me ha interrumpido con divagaciones, ¿ves? Al final has descubierto al lector espabilado por qué escribo este relato ¿te parece correcto? Y para colmo me has salido con comentarios absurdos que no vienen al caso.

 Cuántas veces he querido decirte te quiero y tan solo he podido mirarte, esa ha sido la razón de mi perdición.

 -Eso no tiene ninguna lógica.

 -Déjame ya con mis demonios y sigue contando la historia, eres tú el protagonista.

 -¿Pero de quién hablas?

 -De ti.

 -Me refiero… ¿A quién amas?

 -Ésta es una historia sobre la persona a la que siempre he amado, dijo un antiguo trovador de vidas rotas que todas las canciones de amor se hicieron pensando en ti, yo digo que todas mis historias se hicieron pensando en ti.

 -¿Pero quién es ella?
 -Ella lo sabe, porque ésta es su historia, su historia y la mía. Por favor te lo pido ya, déjame con mis recuerdo. No te salgas más de tu personaje y continúa con la historia.

 -De acuerdo.








     Cuando escuché su respiración quedé totalmente sin aliento, era realmente bello.

 Aquel extraño hijo de las estrellas fue creciendo muy poco a poco, más lento de lo normal, disfrutaba de las noches mientras tomaba estrellas, recuerdo que se pasaba las noches contando aquellas luminarias del cielo.

 -Deseo viajar a Perseo o a las Pléyades, o a Orión, de dónde vine en una noche de junio.

 Recuerdo que a veces miraba en dirección a la tumbona de color azul, sobre la cual descansaba su débil espíritu en las noches estrelladas y creía no verlo, pero justo un instante después reaparecía su imagen, más sólida que nunca, veía su nariz redonda y su cabeza casi calva que me rogaba libertad.






     De vez en cuando, el libro en el cual vivíamos los dos era cambiado de sitio, mezclándose realidades a las cuales no estábamos acostumbrados. En esas ocasiones mi fuerza flaqueaba y parecía volverme translúcido. A veces creo que fue mi miedo a llorar en público lo que me salvó de la desaparición, yendo así a parar a la sucia lista de descatalogados.

 -El miedo puede volverte invisible a los ojos más precavidos.







     Libro de dragones y nigromantes

 El suelo parecía volverse mas cálido por momentos y por los cielos aparecían todo tipo de seres repugnantemente alados. En una ocasión vino a visitarnos un dragón con el cual mantuve una corta pero intensa conversación.

 -¿De dónde eres?

 -De todos los lugares.

 -¿Y qué haces aquí en mi casa?

 -Te confundes, ésta es mi casa. Estoy aquí, si no recuerdo mal, por haber quemado las torres de un príncipe muy malvado, quería dominar el mundo y yo decidí destruir su ambición. Por desgracia él lo tenía todo planeado y me usó como cebo. La pregunta por tanto es qué haces tú en mi casa.

 -Esta es mi casa, siempre he estado aquí, bueno, con siempre quiero dec8ir desde que entré aquí por error, toda mi vida literaria ha transcurrido entre estas páginas.

 -Ves, tú mismo te delatas en tu confusión. Sigo creyendo que ésta es mi casa y tú me das la razón con tus desvaríos, siempre no puede tener un límite, siempre dura eternamente.
 
 -Bueno, mi equivocación no fue entrar por error, sino no haber entrado nunca. En muchas ocasiones pienso en cual sería la realidad contigo y creo que sería agradable. Incluso hay momentos, cuando más sueño tengo, en los cuales me imagino haciendo el amor contigo, es una sensación agradable, ojala pudieras tú darte cuenta de eso.

 -¿Has perdido la cabeza? Mira, me marcho, pero recuerda que ésta sigue siendo mi casa.

 -No, no he perdido la cabeza, simplemente no existe otra cosa en la cual tener la cabeza. Y no, ésta no es tu casa, ni la mía. Simplemente ésta no es la casa de nadie. Un libro no son más que hojas de papel en blanco unidas entre sí de manera más o menos laboriosa. Son los autores los que se vuelven prisioneros de sus libros y abandonan algo de sus experiencias entre palabras, puntos y comas.

 -Alguna vez volveré y acabaré contigo.

 -Jamás llegaré a ser Casagemas.








      Libro de los buenos magos

 El cielo se volvió gris y se pintó un descatalogado, primera edición, 1937. Literatura histórica de muy buena calidad, alabada por crítica y público.

 -Cuando te fuiste eras joven.

 -Y ahora vuelvo con barbas de sabiduría.

 -El exiliado que nunca llegó a irse.

 -Porque nunca llegué a estar.

 -El último exiliado.

 -… Miremos a las estrellas.

 -En el cielo mí mirada tan solo tiene ojos para la Luna.

 -Pues miremos hacia la Tierra.

 -Jamás fijo allí mi mirada, no quiero ser Casagemas.+

 -¿Por qué me hablas de viejas amistades?
 -Tú nunca llegaste a conocerle.

 -No, realmente no. Pero mi maestro sí. Y me habló en muchas ocasiones de él, mientras imaginaba mi figura.
-Tuvo que ser un gran tipo ese Casagemas.

 -Un romántico.

 -Qué gran error.

 -¡No! Su error no fue ser un romántico, su error fue ser un idealista.

 -Tanto como para creer que era perfecta.

 -Tanto como para suicidarse por eso.

 -Pobre tipo.

 -Tú lo admiras.

 -Si, soy un romántico.

 -Yo tengo demasiada tristeza sobre mis fibras para ser un romántico.

 -Eres tan romántico como para enamorarte de un país.

 -Un país que no existe.

 -Que no existe para la mayoría.

 -No quiero ser siempre una idea, no soy un utópico.

 -Ella cree en ti.

 -Ante eso, fuerza y resistencia. Por lo que me has dicho de ella, es alguien por la que luchar.

 -Tanto como para creer en Casagemas.

 -Gracias por tu ayuda, intentaré soportar otros veinticinco años de museo de nombre monárquico. ¡Viva la república y la libertad!






     Libro de las buenas costumbres

  …………………………………………………………….     .
.     .       .       .          .           .             .                 .                  . Es un aburrimiento ser moralmente bueno.







     Entonces decidí no aceptar más el intrusismo literario y comencé a hacer campaña contra todo tipo de libros que insultaran a la inteligencia.

 -El libro es el último reducto de la inteligencia.

 Desde que una lectora de best seller acusó a mi libro de morderle la horrible nariz comercial, ya nadie olvidó a olvidarnos en un estante equivocado. Con toda seguridad, echaría de menos el no poder discutir con seres originales sobre las cuestiones más complejas de la vida, pero tras mas de diez años transitando por las librerías de mas de media biblioteca, consideré que había llegado la hora de que pudiéramos descansar, al menos durante algún tiempo.







     Mi hijo siguió creciendo y pasó de tener diez a cien pelos en la cabeza. Recuerdo muy bien el día que cumplió cien pelos, decidimos los tres regalarle un pié de página con un dulce poema rimado completamente en esdrújula. Recuerdo que lloró durante mas de una semana, no estaba acostumbrado a una literatura tan basta, pero con el tiempo hasta él llegó a hacer poemas en esdrújula, aunque sin duda alguna, su especialidad eran los haikus, aprendió tarde, ya con los tres años cumplidos, pero consiguió recuperar el tiempo olvidado en las esquinas, para tejerlo y recuperar al menos dos años, todo un éxito de ahorro e inversión de tiempo.

 Leer un libro es algo intemporal, a veces, mi alma mortal, se abruma con la inmensidad del infinito tempo del libro.

 -Tengo sueños.

 -Yo tengo sueño, me voy a dormir.

 -Cuando apagues la luz veré monstruos y dragones alados, pura invención de la imaginación del gran Miró. Cuando apagues la luz me perderé entre las estrellas que recubren el techo de tu alma. Cuando apagues la luz me vendrá el insomnio, porque dormir a tu lado es como dormir bajo un roble milenario, te sientes a gusto porque estás bajo su sombra, pero también abrumado por su enorme magnitud.

 ¿Estás dormida?

 -…

 -Pues sigue durmiendo, que aquí, a los pies de tu cama te estaré esperando.

 Ésta es la crónica de nuestras vidas.

 Ésta es la crónica de mis sentimientos.

 Una crónica al sufrimiento y la esperanza.

 Y la fuente de los océanos surgió para invitarnos a fluir de nuevo en sus aguas.

 A los nueve meses, que a mí me parecieron años, nació nuestra hija, nuestro primer hijo. Yo llevaba tanto tiempo esperándola que ni tan siquiera supe qué decir la primera vez que me miró con sus ojitos de luz oscura y su sonrisa inabarcable.







     A veces, en silencio y en soledad pienso en sonrisas verticales. Pero miles de ellas, no son más que sombras al lado de una de tus sonrisas horizontales e inabarcables.

 ¿Cómo fue que sucedió?

 Yo lo sabía, no era mas que cuestión de tiempo, no existen almas gemelas que lo sean solo de uno de los dos elementos, igual que no existen hermanos gemelos, de los cuales, tan solo uno de ellos sea gemelo… o tal vez si.

 Cuantas veces habré pesado en decirte te quiero y tan solo he podido mirarte.

 -La soledad es difícil cuando se ama tanto a una persona como para permitirte vivir sin ella.

 Realmente nunca parecimos estar realmente unidos, no fue hasta que llegó ella cuando nos dimos cuenta de que el amor existe.

 Y para entonces pude dejar de ser Casagemas

 No hay para mí mayor gesto de amor que retratarte

 …







     Noto el silencio y me doy cuenta de que todo fue un sueño, en el que tú eras casi tan bella como tú misma y sin embargo no te he tenido, ni tan siquiera te conozco. Jamás he tenido sueños húmedos con las personas a las que he amado y sin embargo creo en el amor.

 Un sabio perdido dijo que todas las canciones de amor se hicieron pensando en ti.

 Yo digo que todos los personajes de mi literatura se hicieron pensando en ti.

 O en mí.

 Y cuando ya pensamos que nada mas podía suceder, un rayo de luz atravesó su mano, para así extenderse por todo su cuerpo y descubrir de esta manera la realidad.

 Y se hizo la luz.

 Y se hizo el amor.

 Y los destinos se unieron gracias a una diosa inmortal.





¡Despierta!


ABANDONO

Imagen. Te estoy mirando. NO. Mas que mirarte te observo, es más, te analizo, escruto cada pequeño poro de tu piel. Te veo de tal manera que siento que hago el amor con tu imagen, belleza sublime. Veo tu piel de color claro, veo tus curvas infinitas, me recuerdas a Venus que no me mira sino a través de un espejo. Te estoy dibujando. Te das la vuelta, solo giras la cabeza, el cabello te cae por la espalda hasta el filo de la cama. Me sonríes, te sonrío. ... Estamos enfrentados el uno al otro, en la cama, la cama es desproporcionadamente grande, debe ser un sueño, nos observamos desde lejos. Ahora los dos nos hacemos el amor con la mirada, tenemos toda la vida para amarnos. ... ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? Y tú sigues mirándome desde allá al fondo, ahora ya nos hemos devorado totalmente con la mirada y solo nuestros espectros translúcidos se acercan el uno al otro. mi brazo se acerca curioso a tu cuerpo en largo escorzo y tú me sonríes pícara. Toco tu frente y dejo un dedo entre las cejas, bajo hacia la punta de la nariz muy despacio... me dan miedo las alturas, así que retrocedo hasta el pelo, te lo acaricio suavemente, entonces descubro el lóbulo de la oreja, me acerco a ti y te beso con sensualidad y desciendo hasta el cuello donde también poso ahora mi mano. Ahora mi mano desciende entre tus senos, no aprieto, no es fuerza sino sensibilidad, tan solo piel contra piel en suave atracción.Mi dedo sube hacia un pezón mientras la otra mano se desliza por el costado. Acerco mi rostro al tuyo hasta sentirnos el aliento, que es cálido, me miras a los ojos y descubro tus secretos. Mis manos, ambas, a la par, bajan con fuerza por los muslos llegando hasta las rodillas, mientras mi cabeza desciende al compás, los labios, la barbilla, el cuello, los pechos. ... Estamos sentados en el césped suave y verde frente al río, me miras con ojos tristes: -¡Es tan bello! -¿Qué? -El río es una enorme lengua de agua deseando lamer mi cuello. -¿Cómo? -Me has hecho ver la belleza de las cosas ¡deseo hacerle el amor al mundo! -No te entiendo. -Creo que lo nuestro... ya no volverá a ser lo mismo. -Pero... -Me has enseñado a amar el mundo. A hacerle el amor a todas las cosas y eso es lo que deseo hacer a partir de ahora. Amar a todas las cosas y... a todas las personas. ¡Ya soy incapaz de serte fiel! Le haría el amor a cualquiera y eso te haría daño. Los celos te devorarían y no deseo que eso te suceda . Así que me voy, lo siento, la culpa no es tuya, es mía, totalmente mía. Lo siento, nos veremos algún día. Y veo cómo ella se aleja de mí y se acerca a una chica solitaria, guapa con su bolígrafo y su libreta. Habla un instante habla con ella un instante y se levanta y ambas se alejan de mí. Y la belleza. Y la única persona a la cual he hecho el amor de mirarle, me abandona para no verla nunca jamás.



LA CRIATURA DE LA PIEDRA EN EL CENTRO DEL CAMPO AMARILLO
El sol se elevaba sobre el cielo, lo tapaba con la mano y a través de ella veía rayos luminosos. Estaba sentado sobre una piedra en el centro de un enorme campo amarillo. Junto al sol podía ver un árbol, de entre sus raíces veía salir un conejo que volvía a esconderse. El conejo se acercaba a un campo de hortalizas donde devoraba solo las hojas pequeñas y húmedas, dejando las grandes y secas para los humanos. Miré a lo lejos, bajo el sol vi aparecer al hombre de barba blanca. Poco a poco crecía mientras se acercaba hacia mí y desde lejos me iba repitiendo la misma frase. -¡Hola soy yo! Y seguía acercándose y volvía a repetir la misma frase. Se acercaba tan despacio y crecía tan deprisa... Cuando se estaba acercando ya adonde yo estaba medía mas de veinte metros y ocultaba sobradamente el sol. En realidad nunca me había mirado y yo constantemente le veía, el gigante pasó a mi lado y siguió su camino, supongo que en ningún momento se giró para saludarme.