Galería 3d

El cuaderno Azul

El cuaderno azul es algo así como una especie de diario, o más bien de dietario, donde escribo diversas ideas propias sobre el arte, la cultura y la existencia en general. El nombre de "cuaderno azul" viene del color de las tapas del dietario original donde escribo además siempre con tinta azul.



EL CUADERNO AZUL


PRIMERA ENTRADA  

Martes, 3 de agosto de 2010. Sevilla
CARTAS A THÉO Y LA PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD ARTÍSTICA

Estoy leyendo las "cartas a Théo" de Vincent Van Gogh, empecé ayer. Es curioso y, la verdad, no me agrada demasiado (teniendo en cuenta cómo acabó el pobre Vincent) que por lo que cuenta en sus primeras cartas, nos parecemos, al menos en nuestras tristezas y en nuestras penurias.

También desde ayer, aunque técnicamente desde la madrugada de hoy, estoy intentando llevar a cabo una recopilación de lo que leo en pequeños cuadernos, haciendo resúmenes que me ayuden a recordar las cosas que venga leyendo para que así me llenen más. Es, creo, un buen ejercicio, ya que a veces me apena bastante la escasa memoria que me quedan de cosas que me interesan y que me ayuden a ser, entre otras cosas, un mejor artista. Precisamente empecé a realizar éstos resúmenes con las "cartas a Théo" y realmente es algo que me apasiona y de lo que, creo, puedo sacar bastante provecho.

Además del "cuaderno rojo", que es el cuaderno de los apuntes sobre lo que leo y que es rojo por aquello de que son cosas de importancia. También he empezado con éste otro cuaderno, que es el "cuaderno azul", el cuaderno sobre mis vivencias y de mis ideas, tanto de mis ideas estéticas, como artísticas y también vitales. Es azul porque el azul es el color del espíritu, que es lo que vuelco en éstas páginas.

En ambos cuadernos voy a intentar exponer además de nuevas ideas y nuevos conocimietos, las cosas que tenía por otros sitios apuntadas, en hojas sueltas, etc. Para así realizar a la vez cuadernos de recopilación de lo que ya se.

Al igual que Van Gogh, yo también espero que mi esfuerzo y mi trabajo den sus frutosy éstos dos cuadernos son ejemplos de éste trabajo; ya que existen momentos, ciertas ocasiones en las que me pongo a pensar que toso ésto no sirve para nada, que todo esfuerzo es en vano y entonces también pienso "como metáfora" que para qué empeñarse en vivir, pero creo que son precisamente las espectativas, es decir, la espera de un cambio hacia mejor, lo que precisamente me naima a mía, y mucha otra gente, a seguir hacia adelante.

Aunque haya personas que piensen lo contrario, yo siempre estoy haciendo nuevas cosas, y más y más cosas; dse lo contrario pensaría que el mundo me ha derrotado y entonces ya nada valdría la pena. El único problema es que nada de lo que he hecho hasta ahora, ha dado los suficientes frutos como para considerarse un éxito, por lo tanto, debo seguir intentándolo.


Precisamente, si alcanzara por fin mis expectativas, pudiera suceder que llegara a la displicencia y la autocomplacencia. Como leí hace poco en un artículo sobre Miquel Barceló; un gran artista que, según el escritor del artículo , tras alcanzar el mayor de los éxitos gracias a sus obras tremendamente cargadas de sentimientos, había llegado a la autocomplacencia, a encerrarse en sí mismo y en su estilo, su etiqueta, convirtiéndose sus primeras grandes obras en posteriores obras mastodónticaspero con un carácer vacuo y vacío de significado; perdiendo así importancia en el mundo del arte y convirtiéndose prácticamente en un bufón.

No es precisamente un caso único en el mundo del arte, parece que en general el artista busca un estilo que sea como un "filón de oro" inagotable, algo que llame la atención, que sea rompedor e increíblemente bueno, pero el problema es que casi todos los artistas explotan y sobreexplotan ese "filon" hasta que pierde su significado y su valor. Al final, el artista intentará seguir vendiendo barro insistiendo en que se trata de oro; y como el artista ya estará en la scima, como será idolatrado , alguien acabará comprando barro a precio de oro.

Hay infinitos ejemplos de éstos artistas, pero quizás el caso que mas me duele, por ser precisamnete uno de mis artistas favoritos, es Pablo Picasso. Es simplemente increíble su capacidad de crear estilos y cambiar radicalmente hacia otro completamente diferente que tiene durante sus primeros años de madurez y siguientes. Así pasa por un período azul, uno rosa, el protocubismo, el cubismo analítico, el cubismo sintético y su propio y personal cubismo llamado vulgarmente estilo "picassiano", todo esto aderezado con etapas de vuelta a los estilos mas natruralistas.

Pero sucede que sobre todo a partir de pintar "el Guernica", el que puede ser el gran canto de cisne del gran artista que Picasso llevaba dentro, su estilo se vuelve más acomodaticio. Mientras en etapas anteriores era increíblemente sencillo encontrar grandes obras maestras, a partir de este momento sus obras se vuelven vacuas y simplistas, poco elaboradas y trabajadas.

En ésta época Picasso ha dejado de vivir en la "bohemia" París para pasar la mayor parte de su tiempo en el castillo de "la Californiè", tiene dinero y mujeres, y sus cuadros se exponen en los mejores museos del mundo. Sus mejores obras de ésta época pertenecen a los mal llamados estilos "menores" y tienen un extraño tufo a pasatiempo de viejo burgués, son el grabado, las versiones de obras de viejos maestros en óleos de grandes dimensiones y sobre todo la cerámica.

Personalmente puede que sienta un malestar excesivo hacia este Picasso de los "últimos" casi cuarentra años; pero resulta trágico pensar en lo que la historia del arte y la propia humanidad han dejado de recibir por la actitud de Picasso. El arte de la primera mitad del siglo XX bailó al ritmo que marcó Picasso; después de 1937 Picasso murió y otros tomaron su relevo.

Será porque soy pobre, pero no acabo de entender una actitud tan acomodada ante el éxito. Los artistas suelen ser mentes revolucionarias, pero su "militancia" también suele desaparecer con el dulce sabor del dinero. Yo espero que si, por casualidad, alguna vez me llega el éxito, únicamente me sirva para animarme a realizar nuevos proyectos y experiencia que sin dicho éxito no puedo realizar. No niego que quiera mejorar un poco mi vida, pero no mas que para ser alguien muy normal. Mi necesidad de éxito es sobre todo mi necesidad de cambiar el mundo, no de cambiarme a mí mismo




SEGUNDA ENTRADA

Jueves, 5 de agosto de 2010
LA PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD NACIONAL, EL KITSCH, LA LUNA

La verdad es que lo que pinto, mi manera de pintar en todas sus épocas, simepre me ha arecido independiente y libre. Nunca me he egido por normas cerradas ni me he visto limitado en mi expresión por la que a veces ha sido mi falta de conocimiento técnico, ni tan siquiera éta razón ha limitado mi etsilo a, por ejemplo, tener la necesidad de crear obras únicamente con la necesidad de crear obras únicamente con el objetivo de mejorar mi calidad técnica. Pero sí que tengo una queja, algo que aunque pudiera sonar limitador, es en realidad una expresion de libertad con la que siempre he tenido problemas, se trata de mi incapacidad para tener un "estilo local"; yo soy sevillano, andaluz y español como podría ser parisino y francés. Me refiero a que no tengo rasgos que me definan como perteneciente a una región.

Ésto resulta en parte de mi deseo de buscar un lenguaje universal, un lenguaje de sentimientos y emociones y no de sentimientos locales, cerrados y excluyentes, es decir, de localismos. Pero Lorca o Picasso nunca fuerosn localistas y sin embargo nunca perdieron sus raíces, un modo de volcar al mundo su propia individualidad, su identidad. Además, precisamente nuestra región es una región cargada de historia y tradiciones arraigadas en una cultura muy potente.

Pero éste defecto de falta de localismo no es exclusivamente mio como artista, sino de casi todos los artistas modernos en general y por extensión de casi toda la sociedad, no solo andaluza o española, sino a nivel mundial.

Los artistas somos hijos de nuestro tiempo, incluso cuando se rememoran tiempos pasados en nuestras obras o se "copia" lo que nos rodea; el tiempo presente nos atrapa, pues una época permite sólo unas pocas formas incluso de escapar a este tiempo.

Por ejemplo, Van Gogh o Caravaggio o El Bosco, se puede decir que fueron revolucionarios, diferentes, que supieron prever lo que quedaba por venir, pero en realidad, en la pincelada "impresionista" de Van Gogh, en los temas de Caravaggio o en la misma forma de pintar, un poco primitiva, de El Bosco, se reconocen los vestigios de una época, de un entorno concreto.

Eso pasa actualmente, no nos hemos librado de ello; el sino que manipula nuestro tiempo es la "globalización", la unificación de las formas, o incluso cuando aún quedan formas, como aquellas que da la identidad a un pueblo, éstas han perdido casi todo su contenido y quedan para momentos especiales, como las fiestas, donde cada pueblo cree recuperar las viejas costumbres o la tradición, pero no es mas que forma y como ya he dicho, carece de contenido.

Cuando, por ejemplo, por lo que me toca, decimos los sevillanos que la feria de abril es única ¿de qué estamos hablando? La feria de abril es una fiesta de alcohol y diversión, donde nos vestimos con trajes típicos. Por lo tanto no es tan diferente de las fiestas de la cerveza alemanas o las típicas ferias de pueblo norteamericanas.

O incluso cuando tenemos fiestas auténticamente únicas, como puede ser en Sevilla y Andalucía la "Semana Santa" (que en realidad no deja de ser una típica procesión de santos) Ésta ha perdido su significado, se ha convertido en el fondo en una diversion más, ya prácticamente no hay recogimiento y verdadera devoción (base de dicha celebración), actualmente la devoción es falsa e idólatra. Actualmente no es más que ocio, tiempo libre que queda entre negocio y negocio. El ocio es el "Circo Máximo" del siglo XXI, una gran lacra a nuestra imaginación.

En la actualidad es cada vez más complicado ser honesto con lo que cada uno es; a veces sufro porque veo que puedo no ser consciente de si mi arte puede ser kistch, es decir, vacío de contenido. Quizás sólo el conocer, pero conocer de verdad, con avidez y desinteresadamente, quizás sea eso lo único que nos puede permitir ser realmente únicos, saber qué es cada cosa y abandonar el kistch

Bueno, una de las pocas cosas que me devuelve la identidad en mis obras es la Luna, sí, la Luna, algo que pertenece a toda la humanidad y a nadie a la vez, la vemos pero casi nadie puede alcanzarla. La Luna es universal, pero concretamente en Andalucía tiene una fuerza renovada; son innumerables los poetas que le han cantado a la Luna, tenemos un pasado musulmán cuyo símbolo es éste astro. La noche andaluza tiene una fuerza especial, sobre todo en primavera y verano. Cuando llega la noche acaba el calor sofocante y llegan los sonidos nocturnos de los pájaros y los insectos, llega la brisa que reconforta, llegan los sonidos del agua y los olores a flores como el jazmín.

Además, en Andalucía somos Selénicos, es decir, adoradores de la Luna, desde siempre. Adoradores de la Luna como ente femenino, como diosa de la fecundidad de nuestros campos, que son a su vez nuestras innumerables v´rgenes María de la era cristiana. La Luna es la cultura de Andalucía, aquel astro que permaneció en silencio, siempre igual sobre nuestras cabezas, mientras nuestro propio entorno cambiaba; antiguas civilizaciones construían caminos, minas y casas que ahora son las colinas sobre las que se asientan nuestras propias ciudades. Pero la Luna sigue idéntica.


TERCERA ENTRADA
Viernes, 12 de noviembre de 2010                                                      
 ALGUNOS HOMBRES (ERAN) BUENOS. ESPERANZA
Es fácil hacer el bien cuando no implica nada, es fácil decir que somos buenos cuando nuestro sentido de la bondad es la opinión de la mayoría. Pero lo difícil, lo realmente valiente y bondadoso es cuando practicar la bondad te convierte en el enemigo.

¿Quién podía entrever la bondad en la Alemania nazi? Ahora con el paso del tiempo podemos ver qué no lo era en aquel reinado del terror, porque el tiempo es un juez sabio. Pero en aquel tiempo, cuando unos pocos hombres formaron la operación Valquiria, cuando sólo unos pocos hombres formaban la resistencia a Alemania desde la propia “boca del lobo”, cuando ellos podían entregar su vida a cambio tan solo de una esperanza, es entonces cuando la bondad era algo complicado, algo que casi nadie tenía el valor de hacer.

Aquellos hombres se convirtieron en hombres buenos, pues no fue el orgullo o las ansias e poder lo que les hacía avanzar, sino la fe en la paz. No hay nada más realmente arriesgado y bondadoso que arriesgar la propia vida para salvar la de los demás y es entonces, cuando llega la hora de los valientes, cuando se descubre que solo hay algunos hombres buenos y que son esos pocos hombres los que hacen que la humanidad no deje definitivamente de perder la esperanza en ella misma.

Es aquel que queda en pie cuando los demás huyen o se esconden ante la amenaza el que cree en aquello que defiende. Es nuestra propia vida la única que podemos ofrecer a una idea y siempre bajo nuestra propia voluntad. Es arriesgar nuestra vida por esas ideas lo que nos convierte en héroes.

Personalmente creo que la historia de la humanidad se ha construido gracias a estos héroes y no gracias a dirigentes y reyes. Pues la historia real no son las grandes naciones, que ya tienen escritas la fecha de su defunción incluso antes de ser creadas. Son las grandes personas, hombres y mujeres los que han colaborado al crecimiento del alma humana, que es nuestra verdadera evolución, son aquellos seres que nos dicen que siempre queda algo de esperanza.

Esperanza es sin duda mi palabra favorita, es la esperanza lo que nos ayuda a seguir adelante, es lo que nos convierte en buenas personas, pues en frente se encuentra la desazón y el descreimiento, sentimientos que nos convierten en seres individuales y avariciosos que solo se preocupan de sí mismos y procuran pasar por el mundo sin hacer demasiado ruido para no despertar a sus propios temores y a los peligros que le puedan acechar, es decir, para no despertar a lo desconocido, al futuro, a nuestro ofrecimiento por el bien del espíritu humano.

Esperanza es futuro, esperanza es espíritu, esperanza es creer en nosotros mismos y en los demás. Cuando desaparezca la esperanza del ser humano, desaparecerá el propio ser humano y será existencia sin sentido en el universo.

Es bastante peculiar el ser humano, somos capaces de lo mejor y de lo peor, quién diría que el animal más individualista de toda la naturaleza iba a ser también el ser más desprendido. En la naturaleza, por lo general, cada individuo del grupo lucha por salvar su propia vida y huir del cazador o del peligro que le acecha, sin pensar ni tan siquiera por un instante en su compañero. El ser humano, sin embargo, expresa dos sentimientos opuestos dentro de la misma especie, ya que mientras una mayoría incluso pasaría por encima del que cae por escapar del más mínimo peligro, existen unos pocos, que aún a sabiendas de que se juegan sus propias vidas, las arriesgarán e incluso las sacrificarán por salvar la de sus compañeros sin pedir, en la mayoría de las ocasiones, nada a cambio.